LA ESTÚPIDA VERGÜENZA DE SENTIRSE SORDO

                            LA ESTÚPIDA VERGÜENZA DE SENTIRSE SORDO          

          Yo me creía que con el paso de los años y una vez rebasados los 60, el concepto juvenil de "sentir vergüenza" por "algo" habría quedado enterrado pero veo por mí y otros conocidos que nada más lejos de la realidad. Hace años que empecé a notar una relativa perdida de audición, posiblemente por haber trabajado un tiempo en las salas de máquinas de los barcos, pero bueno, digamos que con cierto disimulo lo iba paliando. Varios controles auditivos iban reflejando un aumento anual de esa sordera y varias veces recurrí al audioprotesista de AUDIOLAR, amigo personal de mi casa , a su consulta en la Calle BAYONA al lado de Correos el cual me confirmaba lo mismo pero yo buscaba "vagas escusas", para no querer reconocer esa SORDERA porque no lo que me "aterraba" no era reconocerlo, sino tener que usar un audífono.Aquella sordera no me daba dolor alguno, pero muchas veces, me quedaba frío cuando no escuchaba lo que me decían y siendo Comercial eso es mortal pero sucedió lo que de forma natural sucede siempre. Es como si una mujer que está embarazada dice que no quiere parir, inevitablemente a los 9 meses lo va ha hacer y cuando me confirmaron en el Alvaro Qunqueiro que estaba en un 86% de pérdida auditiva, comprendía muy a pesar mio que había llegado el momento de instalarme aquel monstruos aparato  llamado audífono en el oído por mucha vergüenza que sintiera. Le pregunté al especialista lo habido y por haber y solo recuerdo que me dijo " cómpralo donde quieras pero sea donde sea, debe ser  con un profesional de tu confianza " ¡y que razón tenía!. Volví a AUDIOLAR  decidido y me lo instalaron.Tuve que ir varias veces para regularlo y siempre me decían las mismas palabras "no dudes en venir en cualquier momento" y gracias a esa amabilidad, hoy en día, lo tengo tan perfectamente adaptado que me he duchado dos veces sin darme cuenta que llevaba un audífono conectado. Como antes me pasaba a mí, sé que aún hay mucha gente que siente la vergüenza de verse con el aparatito pero yo que" he dejado de estar SORDO" gracias a AUDIOLAR, solo puedo deciros que un día más sin visitar AUDIOLAR es un día más de sordera y teniendo en Cangas y de Cangas un gran profesional como José Cordeiro y su señora Carmen , yo me he evitado tener que ir varias veces a Vigo hasta conseguir regularlo como ahora ya lo tengo. Solo puedo decirle a este matrimonio joven una sola cosa ; GRACIAS POR VUESTRA PROFESIONALIDAD Y ATENCIÓN y a los que seguís ( yo ya no lo soy) sintiéndoos SORDOS, HACER LO QUE OS DÉ LA GANA PERO NO PERDÁIS UN SOLO DÍA MÁS Y ASÍ, comprenderéis el porque yo me siento tan agradecido a los profesionales de AUDIOLAR. eugenio

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