CUANDO LA IMPOTENCIA SEXUAL EN EL HOMBRE ES UNA LIBERACIÓN

         CUANDO LA IMPOTENCIA  SEXUAL EN EL HOMBRE ES UNA LIBERACIÓN

     No podía imaginar que al final y solo al final llegaría ha entender la historia que me estaba contando aquel anciano caballo pero era su historia personal y sobretodo era la verdadera historia de la vida, eso sí, mantenida oculta en el mundo animal, racional o irracional. Solo al principio me pareció una diarrea mental de sus años por el Valle y aunque no le encontraba pies ni cabeza... poco a poco lo fui comprendiendo.
      Sucedió una cálida tarde de verano y solo el canto cercano de los pájaros nos hacían sentir que no estábamos solos. Por no haber no soplaba ni una brisa de Viento y el Sol, comenzaba a trasladarse a su atardecer. En pocas horas, la Luna Lunera saldría de su secreto escondite pero hoy, como todas las tardes, tampoco se cruzaría con su amado Sol.
      A paso lento sobre la hierba, cabalgábamos buscando alguna fruta que llevarnos a la boca o algún forraje esparcido por el campo. Las horas de la tarde iban pasando lentas pero a su vez entretenidas.
Fabían, que así se llamaba el viejo caballo, no paraba de contarme viejas historias de su infancia y juventud y como él y sus amigos, no paraban de trotar por el Valle, buscando jóvenes yeguas que desearan sus compañías para "relinchar juntos". Pero a una pregunta estúpida mía dió como respuesta esta, al principio incomprendida para mí,  historia;
-Fabían lo malo de la vejez es que ahora "aquel joven potro ya no relinchea ni cabalga desenfrenado por el Valle buscando ardientes potras...
-¿Que dices insensato...? ¡¡¡ ahora es cuando más disfruto de mi mismo...!!! y si bien ya no relincho cuando pasa una hembra hambrienta de amor, tampoco tengo que darle explicaciones a nadie ni nadie me las pregunta
-¡¡¡No le entiendo...!!! porque lo fantástico es que los hombres relinchemos hasta más allá de la vejez... como verdaderos potros machos...
-Tú si que estás hablando como un insensato macho
      Llegado este momento en la vanal conversación, comencé a encontrarme un poco molesto porque me había llamado ya dos veces "insensato".¿De que iba este viejo caballo...? ¡¡¡Ya le gustaría relinchar como lo hago yo a mis 25 años que no encuentro yeguas suficientes en el Valle para enseñarles mi relinche
-¿ Te quedaste callado jovencito ... o quizás al no entenderme te han molestado mis palabras ...
-Pues tiene Ud. razón, no acabo de comprenderle. Es como si me preguntara si me gustaría vivir en un Establo de Oro...
-¿ Acaso crees que por ello serías más feliz....?
-Feliz ya lo soy ahora porque nada me falta pero con un Establo de Oro ...
-Otra vez me haces decir "pobre insensato". La Felicidad no la dá un Establo de Oro sino la aceptación de la normalidad en la propia Vida.
-¿Me quiere decir que no le gustaría volver a relinchar...?
-¡¡¡ Desde luego que no...!!! porque ahora es cuando siento mi verdadera Libertad
-¡¡¡Sigo sin entenderle...!!!
-Mira jovencito... (-Eso ya me gustaba más...-) como puedes imaginarte al verme, hace muchos pero que muchos años que nací y mi madre nos enseñó a mí y a mi hermana que era 4 años mayor que yo,
la diferencia que la vida nos reservaba al que había nacido potro y a las que había nacido potras. Ella,  tenía que cuidarme, lavarme y buscarme la comida, yo mientras estaría jugando a trotar por el Valle con los demás potros y así cuando ella fuera mayor, tendría que estar preparada para parir por mucho que sufriera, incluso si su vida corría peligro y luego amamantar a su cría mientras que yo como potro, solo tendría la responsabilidad de relinchar a cualquier hora del día o de la noche que las potras me solicitaran, pero cuando a cualquier potro le sucedía "la inmensa desgracia de sufrir un inoportuno "gatillazo" ( aveces bastante normales) las hembras y sobretodo nosotros, no podíamos comentárselo a nadie de la manada porque llenaríamos de vergüenza el honor de nuestra familia y seríamos desterramos muy lejos del Valle. Un día le pregunté a mi madre si "aquello del gatillazo" tenía que ver con algún rifle que usaban los humanos y solo me dijo..."ya lo entenderás cuando seas mayor"
y siendo mayor... ¡¡¡ claro que lo entendí y callé el secreto...!!!
-¿Y que es "el gatillazo....!!!?
-Como dijo mi Santa Madre  ... ¡¡¡ ya lo entenderás cuando seas más mayor...!!! (-y claro que lo entendí...-)
-Ahora a mi edad, la Manada considera que es normal que no tenga que relinchar pero me río de otros viejos caballos que no quieren aceptar su edad y pasan el día por el Valle, buscando hierbas y frutos milagrosos que les devuelva su relinchar perdido por el normal paso del tiempo. Y acabo esta historia contándote un viejo proverbio que a mi me lo contaron y espero que tu cuando seas anciano como yo, se lo cuentes a los jóvenes insensatos potros... """" COMO TE VES... ME VI... PERO VEREMOS SI TU TE VERÁS COMO YO ME VEO..."""
      Y así, entendía cuanta razón tenía aquel viejo y sabio caballo ...

   

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